Al contemplar la esbelta fitura de la torre de la iglesia de Boñar, contruida entre finales del siglo XVI y principios del XVII, Bernardo Crosa, un ingeniero de origen maragato, y cuya actividad profesional giraba alrededor del talco, se acordaba de las figuras que las adornaban en su tierra (centro sur de la provincia de León con su "capital" en Astorga). Su financiación económica unida a la maestría del carpintero local, Desiderio Cañón, lograron crear un maragato boñarés del tronco de un peral.
Ello dio lugar también a una copla muy extendida por el valle del Porma y que reza:
© Historia de Boñar (2013) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 11-05-2024 |