El lunes hará un año que se derrumbó parte de ella y ahora una asociación cultural quiere volver a levantarla
Las propias campanas alertaron de lo que iba a ocurrir a los vecinos de Valdespina, un pequeño pueblo palentino integrado en el municipio de Amusco. Las vibraciones previas al derrumbe produjeron un ligero repique y a continuación las dos fachadas de la torre de la Iglesia de San Esteban se vinieron abajo hará el lunes exactamente un año. Se trata de un templo del siglo XIII, considerado románico tardío, y además del patrimonial y cultural, la torre tenía un especial valor para los vecinos de esta población, ya que era su seña de identidad, su imagen, la primera y más singular visión que tenía el visitante cuando se aproximaba por la carretera al pueblo.
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