Después de más de 70 años, San Marcial recuperó ayer su campana en lo alto del campanario de la iglesia de Santa María la Mayor de Benasque. Decenas de vecinos contemplaron emocionados la colocación de la ‘Marciala’, un elemento muy arraigado en el fervor popular y religioso de la villa ribagorzana.
La bendición de la réplica de la campana de San Marcial, oficiada por el arcipreste de Ribagorza, Ernesto Durán, marcó el inicio de este acontecimiento para Benasque. Buena parte de la corporación municipal con su alcalde, José Ignacio Abadías, al frente, se concentró en la plaza del Ayuntamiento, junto a decenas de vecinos, para asistir a este momento “histórico”.
La mayoría de los benasqueses no recordaba la campana original, desaparecida en septiembre de 1936, si bien existe material gráfico que recordaba su aspecto. Tan sólo algunos como José Mur, había visto y escuchado la ‘Marciala’ durante su infancia, que “se oía desde Chía”, comentó. En su adolescencia, Mur presenció junto a otros chavales como desaparecía este elemento a medio camino entre el fervor religioso y el folclore popular. “Estábamos jugando en la plaza y nos apartaron para tirarla, la vi caer con 16 años, cayó de golpe y quedó intacta, sólo se rompió el cabezal”, recuerda emocionado. Respecto a la réplica, de 1.117 kilogramos y obra del relojero de Las Cellas Alfredo Pallás, apuntó que “se parece mucho pero creo que la otra era más grande”. No en vano, su enorme tamaño dejó un espectacular boquete en el suelo al caer, agregó Mur, “jugábamos a saltar de un lado a otro y algunos se caían dentro”, recordó.
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