Iglesia de Segura. En la imagen pequeña, Laureano Telleria que ha ejercido como campanero durante 42 años - Autor: LÓPEZ, José Mari / DIARIO VASCO
Las quejas de algunos vecinos ante el Ararteko obligan al Ayuntamiento a eliminar el repique nocturno entre las 23.01 y las 6.59 horas por superar el límite de decibelios que marca la ley.
Vecinos del municipio goierritarra lamentan perder una tradición «de toda la vida» y aseguran que escuchar su tañido por las noches les servía «como referencia»
Iglesia de Segura. En la imagen pequeña, Laureano Telleria que ha ejercido como campanero durante 42 años - Autor: LÓPEZ, José Mari / DIARIO VASCO
Desde 1700 las campanas de la iglesia de Segura no han dejado de sonar. Se trata, por tanto, de una tradición con más de 300 años de historia que ha permitido a sus vecinos crear un vínculo emocional «muy fuerte y difícil de expresar con ...
Es, sin lugar a dudas, uno de los temas más comentados por las calles y en las tertulias de Segura. La decisión de dejar de tocar las campanas de madrugada debido al ruido está trayendo cola en el municipio goierritarra, donde la gran mayoría de sus vecinos se opone a la decisión tomada por el Ayuntamiento tras recibir las quejas de algunos de sus habitantes. «Siempre hemos vivido aquí, a escasos metros de la Iglesia, y estábamos acostumbradas al sonido de las campanas, no nos molestaba para nada», cuentan Pili, Karmen, Puri, Inma, Pilar y Mila mientras toman, como cada mñana, el café en Imaz taberna. Todas lamentan perder una tradición «de toda la vida» y aseguran incluso que escuchar el tañido de las campanas por las noches les servía «como referencia».
«Cuando en verano dormíamos con las ventanas abiertas por el calor las escuchabas y sabías qué hora era en cada momento. Para nosotras eso tenía un significado especial», destacan las cinco amigas. «Nos da mucha pena y reconocemos que nos sorprendió mucho cuando nos enteramos. Más si cabe porque las quejas parece que vienen de gente de fuera». Misma opinión tiene Jhon Quilindo, camarero del local. «A mí me gustaba el sonido de las campanas y creo que es una tradición que no debería perderse», subraya. Sin embargo, también hay quienes no se habían enterado o los que prefieren que no suenen. «Me molestaban a la hora de conciliar el sueño», dice una mujer.
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© Diario Vasco (2024) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 12-05-2024 |
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